lunes, 28 de febrero de 2011

"little by little"


A veces, es bueno dejar pasar un tiempo (no mucho) y permitir que el oído, el paladar, la vista o lo que fuere se ajuste a lo nuevo. Sobre todo si lo nuevo es el último disco de Radiohead. Como tanta gente alrededor del mundo, el pasado 19 de febrero descargué del sitio oficial de la banda The King of Limbs. Y confieso que, de haber escrito este post una semana atrás, difícilmente habría escrito lo que voy a escribir ahora:

The King of Limbs es un disco extraordinario.

Una semana atrás, al escucharlo por primera vez, no pensaba lo mismo. Acaso porque la expectativa acumulada después de In Rainbows hacía esperar otra cosa, acaso porque el inicio de "Bloom" y el video promocional de "Lotus Flower" hacían temer un experimentalismo en el peor sentido de la palabra ("se habla de música experimental cuando el experimento sale mal", dicen algunos). Pero no. Basta adquirir una mayor familiaridad con la música para empezar a apreciar varias cosas que en un primer momento permanecían ocultas debajo de las capas de anticipación con las que uno, inadvertidamente, cubrió un disco tan esperado.

Y no estoy diciendo que el disco suena bien si uno baja las expectativas. Al contrario: de lo que se trata es de elevarlas. El malentendido nace -en mi caso, al menos; tampoco pretendo ser parámetro de nada: es sólo que este es mi blog, al fin de cuentas- de esperar otro In rainbows, otra colección de canciones perfectas, ideales para un show en vivo como el de 2009. Canciones para saltar, para bailar, con guitarras distorsionadas y letras más o menos directas, o todo lo directas que pueden ser las letras de una canción de Radiohead. Si hubiera que buscar un antecedente, me remitiría inevitablemente a Kid A. ¿Qué podía esperarse después de una obra perfecta como OK Computer? Ciertamente, no más de lo mismo. Y la primera vez que escuché Kid A me pasó más o menos lo mismo que con este King of Limbs. Exclamaciones de sorpresa, de disgusto, incluso. "¿Qué es esto?", "WTF?!", esas cosas. Canciones que ni siquiera parecen canciones, al menos no en el sentido en el que uno entendía la palabra "canción". Y sin embargo...

Sin embargo, Kid A es hoy un clásico, uno de esos discos que uno escucha con inmenso placer. Y, sí, algo así ya está empezando a pasar con King of Limbs. De a poco, primero con canciones como "Little by Little" o "Codex", las más aptas para disfrutar de entrada. Pero incluso esa rareza de "Feral" termina siendo irresistible. O la guitarra de "Giving Up The Ghost". O el final hipnótico de "Separator". O el comienzo de "Morning Mr. Magpie", un título definitivamente Beatle. Son canciones, al fin de cuentas. No más, pero tampoco menos.

Y en breve -una semana más, se dice por ahí- llega a las disquerías Collapse into Now, el nuevo disco de REM, con invitados de lujo como Patti Smith y Eddie Vedder. Y, otra vez, a no esperar más de lo mismo, la continuación de esa joya que es Accelerate. Por lo pronto, el comienzo con "Discoverer" ya se puede ver -entre otros temas que se fueron filtrando- en YouTube y otros canales. Y suena bien.

Mientras, The King of Limbs suena cada vez mejor.

Y hasta parece que se puede bailar.

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