domingo, 12 de octubre de 2008

Canto rodado

Estaba releyendo el volumen de Hiperión dedicado a De umbral en umbral de Paul Celan (1920-1970) y, a propósito, las ediciones bilingües deberían ser obligatorias en poesía. Y no es por infravalorar el esfuerzo del traductor -Jesús Munárriz en el caso de Celan-, sino todo lo contrario: los que abogan por la absoluta intraducibilidad de la poesía bien podrían tomar a Celan como caso testigo, y sin embargo, la traducción de Munárriz parece abrir un resquicio de esperanza, más allá de algunas aberraciones sonoras como "nocturnamente fruncidos" para el poema Nächtlich geschürzt. Ahora bien, es muy probable que parte del éxito de la traducción tenga que ver con la posibilidad de contar con la versión alemana enfrentada a la castellana, y esto independientemente del hecho de que uno hable alemán o no. Es decir: hay allí sonoridades que operan en el oído como esas navajas sobre los ojos que Celan evoca una y otra vez en el libro, acaso remitiendo al Chien andalou de Buñuel. Las palabras en los poemas de Celan parecen encadenarse como las imágenes en el film de Buñuel, y su traducción equivaldría al intento de describirle Un perro andaluz a alguien que nunca la vio.

Todo esto viene a cuento porque el Grupo Vocal de Difusión que dirige Mariano Moruja -columnista/panelista estrella de estudio de noche- se despachó con una notable interpretación de Nachklänge de Robert Heppener, basada en un poema de Celan. Que la poesía de Celan sea particularmente apta para un tratamiento musical radical como el de Heppener no debería sorprender. Pero, en cualquier caso, no deja de ser curioso que, a su vez, la obra de Heppener sea "intraducible", una experiencia que no se puede transmitir, como no se puede "contar" Un perro andaluz. Hay que escucharla, y escucharla en vivo, con el coro en la disposición espacial requerida específicamente para esa obra. No hay cd o mp3 que valga, ni sonido 5.1 ni nada parecido. Y el 26 de octubre será la próxima oportunidad, en la Parroquia de San Ildefonso, Guise 1939. Después no digan que no avisé.

Y hablando de las relaciones entre música y poesía, vayan algunas curiosidades más: una relacionada con nuestros invitados del programa # 42, los chicos del Tropi Ensamble, que nos contaban que entre las obras que están actualmente ensayando se encuetra Vox Balanae de George Crumb. Precisamente, esa obra es la que opera como disparadora de un poema de Silvia Dabul, que con el título de "La voz de la ballena" ofrece algunos versos en los que no sería descabellado encontrar resonancias (Nachklänge) de Celan:

Sin cuerpo los juncos
silban
una oración
que elevan

los juncos

silban

que sube

sin cuerpo

se va

se

va

Y si de trazar cruces caprichosos se trata, cómo no señalar ecos imposibles de Like a rolling stone en el poema "La loma" (Die Halde) de De umbral en umbral, cuando se menciona el lugar

wo wie pausenlos rollen
wir Steine

y que Munárriz traduce como

[la loma] por la que sin cesar rodamos,
nosotros, cantos

Y en el que el adjetivo Fremder que aparece unos versos más abajo bien podría convertirse en el no direction home de Dylan.

Finalmente, respecto de la intraducibilidad de la poesía, en el blog Historias deshabitadas puede leerse un verso como

Lamiendormidos rincones de frasescondidas

¿Cómo traducir algo así?

¿Cómo traducir los poemas de Paul Celan sin que suenen "nocturnamente fruncidos"?

¿Cómo traducir ciertas canciones de Bob Dylan?

¿Cómo se siente?

2 comentarios:

Silvia dijo...

Sabés que Marta Lambertini eligió ese poema para una de las tres canciones que compuso para el proyecto? Otra resonancia más...si de eso se trata. Saludos!

Gustavo Fernández Walker dijo...

¡De eso se trata! Buenísimo... Es como ese juego en el que hay que enganchar el final de una canción con el principio de otra, idealmente al infinito. En ese caso, habría que escribir, más tarde, un poema basado en la obra de Lambertini, que a su vez originaría otra obra de otro compositor. Y así.