jueves, 19 de noviembre de 2009

el contra


A veces, uno puede lanzar una despiadada crítica disfrazada de supuesto elogio. A la inversa, no faltan quienes, en determinadas críticas, son capaces de leer elogios sinceros. Ahí está, por ejemplo, el célebre dictum cageano según el cual el mejor compositor europeo es un argentino. Y mi pieza favorita de crítica musical, en la que se compara la obra de Anton Webern con "el llanto de una ameba".

Pero, como reza el adagio, res non verba ("las vacas no hablan"): mucho más que las palabras, resultan interesantes ciertos ocurrentes ejercicios de crítica musical aplicada. Metamúsica, o algo así. Por ejemplo:
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El sello col legno acaba de editar Kontra-Wagner, un disco que recoge uno de los recitales de la serie Kontrapunkte (los conciertos de cámara del Festival de Salzburgo), generalmente "curados" por alguna que otra personalidad (Maurizio Pollini, Claudio Abbado, etc.). Kontra-Wagner tiene como eje -ya habrán adivinado- obras escritas por, sobre, desde, hacia, contra, con, según, sin, so y tras Wagner, entre otras preposiciones. Hay, entre esas obras, algunas genialidades, como La obertura del Holandés errante interpretada una mañana por una pequeña orquesta de pueblo sin ensayar, para cuarteto de cuerdas, cortesía de Paul Hindemith. O unas Csárdas sobre temas de Tristán e Isolda de Vittorio Monti. Y, como cierre, una Serenata para clarinete y trío de cuerdas de Ernst Krenek y un Movimiento para trío de Webern. Una ameba en Bayreuth.

Lo interesante es que esas obras, en las que opera un gesto de "profanación" ciertamente efectivo, acaban por demostrar (a su pesar o no, eso no importa) la capacidad de transformación de la música de Wagner. Que, en esas bromas, demuestra una flexibilidad que muchas veces sus propios epígonos le niegan. Más apropiada, en cualquier caso, parece la actitud de Glenn Gould, que en este video anuncia su deseo de interpretar "no-literalmente" e "inexactamente" el preludio de Los maestros cantores de Nürnberg.
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"¡Sorpresa, sorpresa!", se le escucha decir, entre el contrapunto wagneriano.

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