sábado, 18 de diciembre de 2010

descubrimientos


Está bien, a todos nos puede pasar. No voy a dar nombres porque no importa tanto a quién se le escapó la tortuga (y el próximo podría ser cualquiera de nosotros, al fin de cuentas). Pero en este caso pueden extraerse algunas interesantes conclusiones colaterales, así que vale la pena detenerse en el último número de la revista Ñ. Allí se nos cuenta, en las primeras páginas, que si uno se dedica a deambular por YouTube puede experimentar, ocasionalmente, una epifanía, el descubrimiento de algo deslumbrante y desconocido entre tanta interferencia, entre tanto ruido blanco. Arvo Pärt, por ejemplo. O una obra como 4'33'' de John Cage.

Y, de acuerdo, en el caso de Cage la noticia tenía que ver con la inminente coronación como el single navideño más vendido en Inglaterra de su obra más emblemática. Pero es que esa noticia venía condimentada con una explicación más o menos detallada de esos 4 minutos y 33 segundos de silencio... o no.

Insisto, mi intención no es en absoluto caerle al cronista por descubrir demasiado tarde a Cage y Pärt que, convengamos, no son de esos nombres-contraseña que se pronuncian en voz baja para señalar la pertenencia a un selecto grupo de iniciados. Confundir lo desconocido con lo que uno conoce por primera vez es, mal que nos pese, uno de los vicios más comunes del homo sapiens 2.0. Sí me interesa señalar que sólo en el ámbito de la música puede darse que se nos presente como algo novedoso algo que, en rigor, tiene ya varios años y ocasionales apariciones en discusiones más o menos mainstream. Dicho de otro modo, nadie escribiría hoy, después de leer por primera vez Las ratas de José Bianco, que hizo un descubrimiento digno de ser anunciado a los cuatro vientos, o nos describiría las motivaciones de Warhol al pintar una lata de sopa. A tal punto es así, que el propio cronista que detalla en qué consiste 4'33'' sólo se limita a mencionar el mingitorio de Duchamp, sin mayores explicaciones. Ése lo conocemos todos.

En música, sin embargo -y sobre todo en esa música a la que tal vez por eso mismo se la llama "contemporánea"-, parece que está todo por descubrirse otra vez. Cruzado a Johnny Carter con Macbeth, "esto lo están tocando mañana, y mañana, y mañana."

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