Por lo pronto, el programa contó en su última emisión con el debut en la conducción de Mariano Moruja, con la invalorable colaboración de Silvia Dabul. Muchas gracias a ellos y a los invitados de ayer por el aguante. La verdad es que a mí me vino bárbaro para descansar y empezar a recuperarme. Pero también me sirvió para advertir hasta qué punto estudio de noche es un programa comprometido con las actuales tendencias en el mundo del arte y de la cultura.

Lo que es aún más inquietante es la opción de que se trate de una indignación fingida, porque entonces: ¿fingida para qué? Y, sobre todo, ¿para quién? Porque está claro que todo engaño tiene al menos un destinatario, en función del cual el farsante echa a andar la farsa. ¿A quiénes pretendían engañar estos muchachos? Es un misterio. O tal vez no tanto, si se repara en el tristísimo lugar que hoy ocupan los noticieros en todo el mundo…
En cualquier caso, Hendriks no está solo. De los intentos por eliminar a los protagonistas de sus historias, el que parece mejor logrado (y hasta cuenta con el beneplácito del creador del original) es el que puede verse aquí, con una introducción que promete “revelar la angustia existencial de un tal Mr. Jon Arbuckle. Se trata de un viaje a las profundidades de la mente de un solitario joven cualquiera, mientras pelea una batalla imposible contra la depresión y la soledad en un tranquilo suburbio americano.”

Paranoia is total awareness decía alguien que podría haber sido Philip K. Dick. Una frase genial y, sì, paranoica, que podría traducirse como “La paranoia es el total estado de conciencia.”
O bien esta otra traducción, más heraclítea: “La paranoia es la conciencia de todas l

Yo prefiero esta otra definición:
“No seas paranoico: eso es lo que ellos quieren.”
Nos vemos la próxima.
Si “ellos” quieren.
1 comentario:
Salud, amigo...que te recuperes pronto. Un beso
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