jueves, 9 de octubre de 2008

"zurda la con escribir"

No, no así, viejo, emergé, viejo, soto un entendés no que infeliz lector otro qué pero, nada pasa no y hojas las vuelta da que tranquilo lector del, pasivo lector del nefasta idea tu y ridículo, autor al introducir, medio el por empezar, atrás hacia escribir, blanco en hoja una dejar a vas que entonces contar a venís me qué, cosa otra es novela nueva o novela pre o experimental novela la de cuestión la: cornudo, entendé pero, sé no, sé no, guste te que, sirve qué para pensar sino caso el es no pero hizo se ya divertimento ese todo que fijate vos, no, no y goma la de envés orto el con borrar, puntuación la respetar no, zurda la con escribir, ingeniosas cositas con antinovela la, género el romper a vas que acaso creés te Qué. emerger sin, entendés, emerger sin pero brete mismo el en siempre y confundido seguís vos, viejo, no, No

La cita se puede encontrar en algún lugar de Para hacer el amor en los parques (1968/69) y es caprichosamente representativa de la obra de su autor. Sencillamente por el hecho de que Nicolás Casullo supo poner las ideas patas para arriba, obligarnos a leer a contramano, enseñarnos a "zurda la con escribir". Un fenómeno, Casullo. Probablemente leamos en muchos lugares que se fue cuando más lo necesitábamos, lo cual para mi generación sea probable y dolorosamente cierto. Para los que tuvimos la oportunidad de formarnos en democracia y desarrollar nuestras carreras universitarias en la Argentina post-2001, la de Casullo fue la voz más certera y elocuente que tuvimos oportunidad de leer y escuchar. Comprometida, también; sin miedo a meterse en el lodazal de la coyuntura. Dicho sea de paso, de ahí probablemente la mezquina, inefablemente abyecta publicación de hoy en el sitio de La Nazión, para quien murió un "intelectual kirchnerista", como si Casullo hubiese nacido ayer, como si todo su esfuerzo intelectual se redujera a un par de aforismos para el Espacio Carta Abierta. Un ninguneo de una mediocridad alarmante, en consonancia con las gacetillas que comunican que su último libro había sido La cuestión, así, una sola, atribuyéndole a él la simplificación grosera en la que caen los otros. Lo más curioso de todo es que el último libro de Casullo ni siquiera fue Las cuestiones (que así se llama, por otra parte), editado en 2007 por el Fondo de Cultura, sino Peronismo. Militancia y crítica (1973-2008), editado este año por Colihue. Se entiende la omisión: Casullo se atrevió a poner en el título de su libro las tres palabras malditas de la política argentina reciente.

Un fenómeno, Casullo.

2 comentarios:

valescribe dijo...

...IMPECABLE.

Gustavo Fernández Walker dijo...

Hey, gracias! En el último post (12 de octubre) agregué un link a tu blog, con un comentario respecto de unos versos que se pueden leer por allí. "Sorpresa de palabras", diría yo. Besote.