No hice la conexión hasta que no vi la foto esta mañana, en el diario. Yo que me preguntaba cuánto faltaba para ver trasladada a los teatros la práctica del "público pintado" que implementaron los dirigentes futboleros de Italia... Y resulta que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ya dio el primer paso, convocando a "pogueros profesionales" (sic) en la cancha de River.
Y confieso que hace ya varios días que venía discutiendo con amigos acerca de la estupidez de la convocatoria. No porque no crea necesario realizar estudios ambientales (esa sería otra discusión), sino porque lo que me molestaba particularmente era la onda canchera que la gestión PRO intenta darle a este tipo de iniciativas en las que se pretende interpelar a la juventud, divino tesoro.
Hasta ahí, nada tan grave. Apenas un twitteo intrascendente de un ministro del Gobierno de la Ciudad Autónoma. Lo que no me imaginaba era que la cosa venía con remeras especialmente estampadas para la ocasión (en el amarillo de rigor) y $100 en concepto de honorarios.
Sería demasiado fácil, casi populista diría yo, mencionar la contemporaneidad de las tomas de escuelas en Buenos Aires. Baste con señalar que la juventud poguera, incorregiblemente chavista a pesar de los cien pesos en el bolsillo, saltó al compás de cantitos como "Macri, basura / vos sos la dictadura" y "El que no salta es del PRO".
Inevitable, con un Jefe de Gobierno que parece una cruza de Pomelo con Micky Vainilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario